junio 27, 2013

Trastornos de la alimentación

En una sociedad donde la imagen es sinónimo de belleza, la anorexia y la bulimia son un problema de salud con graves consecuencias
  • Por MARTINA GOL
  •  
  • Última actualización: 9 de noviembre de 2010
- Imagen: Jaci Berkopec -Durante los años 90, las imágenes de chicas anoréxicas en televisión, los reportajes, las entrevistas, los testimonios, las confesiones de actrices y modelos famosas con trastornos del comportamiento alimentario hicieron de la anorexia y la bulimia las enfermedades de aquella década. Ahora, años más tarde, otras dolencias acaparan los medios mientras casos de anorexia y bulimia se diagnostican a diario, con el sufrimiento silencioso (y poco mediático, esta vez) que conlleva para las pacientes, sobre todo del género femenino y con edades entre 12 y 24 años, y sus familias.
 

Peligroso culto al cuerpo

En una sociedad en la cual el culto al cuerpo lo es todo, donde no se perdona la imperfección y en la que tratamientos, antes sólo aptos para divas y estrellas del celuloide, están al alcance de todos con cómodas fórmulas de financiación, los trastornos de la alimentación siguen presentes, motivados, en los casos más extremos, por un deseo obsesivo por la delgadez. La silueta es sinónimo de belleza y de éxito. "Todo lo que me alimenta me destruye", es lo que Angelina Jolie lleva tatuado en el vientre y que se ha convertido en el grito de guerra de muchas adolescentes convencidas de que, lejos de estar enfermas, sus amigas ANA (Anorexia) y MIA (Bulimia) les hacen un bien. Y aprovechan Internet para intercambiar su discurso enfermo, peligroso y dañino, con toda impunidad.
Pero, ¿cómo detectar estos trastornos entre familiares, amigos o quizás en nosotros mismos? Este problema se define como un trastorno del comportamiento alimentario que se caracteriza por el deseo de mantener el mínimo peso corporal "aceptable", un miedo intenso a aumentar de peso y tener una imagen corporal distorsionada.

Problema psiquiátrico

Sobre estos trastornos se ha oído mucha información, alguna propia de los "reality shows", pero hay que especificar cuáles son. Se pueden dividir en tres tipos: anorexia nerviosabulimia nerviosa y los llamadosTrastornos del Comportamiento no Especificados (TCANE). Hablar de trastornos del comportamiento alimentario es referirse a un problema psiquiátrico que se ve agravado por consecuencias biológicas, sociales y psicológicas. Es, además, un diagnóstico que afecta sobre todo al género femenino. El grupo más vulnerable comprende edades entre 12 y 24 años, con una incidencia que alcanza el 5% de afectadas.
Los trastornos de comportamiento alimentario afectan principalmente a chicas de entre 12 y 24 años
Las diferencias entre bulimia, anorexia nerviosa o TCANE obliga a tratarlos de forma independiente, a pesar de que tienen síntomas comunes y la línea que los separa es, a veces, muy sutil. Diagnosticar una bulimia o una anorexia nerviosa es complicado. Se trata de un problema difícil de aceptar y de detectar por parte de familiares, amigos y profesionales y, en ocasiones, es difícil diferenciar entre ambas.

Diagnóstico de anorexia

Esta dificultad en su diagnóstico hace que los médicos se basen en determinados criterios. En el caso de la anorexia nerviosa son: pérdida de peso superior o igual al 15% del peso ideal, miedo intenso al peso, alteraciones en la imagen corporal y un mínimo de tres meses sin regla (amenorrea). La pérdida de peso supone serias alteraciones nutricionales. Al peso perdido, cuando se trata de un adolescente en edad de crecimiento, además, hay que añadirle el peso no ganado durante el tiempo que se realiza la dieta restrictiva.
En cuanto al miedo al peso, se trata de una fobia que se agrava a medida que se pierden kilos. Las alteraciones de la imagen corporal también se agravan con la pérdida de peso. Se trastorna la percepción del propio cuerpo y, a pesar de la delgadez, los pacientes se ven gordos y no tienen, en ningún momento, consciencia de padecer una enfermedad. La amenorrea o falta de regla es el resultado de los cambios neurohormonales secundarios a la malnutrición. Pueden aparecer diferentes síntomas como piel manchada amarillenta, aparición de vello fino en la zona lumbar, perdida de masa muscular y del tejido graso y presión arterial baja, entre otros.
Hay dos tipos de anorexia nerviosa. En la anorexia restrictiva, la pérdida de peso es por no comer y, a menudo, se acompaña de ejercicio físico intenso. En la anorexia purgativa, además, el afectado vomita, toma laxantes, diuréticos o fármacos para adelgazar y la ausencia de alimentación se puede combinar con atracones.

CONDUCTAS ANORÉXICAS

Existen algunas conductas que pueden poner sobre aviso de que nos encontramos ante una anorexia. Entre ellas se encuentran:
  • Cambios en las costumbres relacionadas con la comida.
  • Seguir dietas muy restrictivas a menudo.
  • Reducir la cantidad de comida.
  • Saltarse las comidas.
  • Evitar tomar determinados alimentos (pasteles, chucherías).
  • Culto a los productos "light" o de dietética.
  • Usar diuréticos y laxantes.
  • Ejercicio físico para perder peso.
  • Vomitar.
  • Atracones las últimas semanas.
  • Preocupación excesiva del cuerpo o la figura.
  • Pesarse a menudo.
  • Interés exagerado por la publicidad sobre productos para adelgazar.

Trastornos alimentarios en la red

En la era de Internet, el incremento de páginas web fundadas por grupos pro-anorexia y pro-bulimia pone en alerta a expertos en salud mental y a progenitores
  • Por MARÍA JOSÉ VIÑAS
  •  
  • Última actualización: 25 de noviembre de 2009
- Imagen: KatieTegtmeyer -La anorexia y la bulimia han sido enfermedades solitarias. La gente afectada de un trastorno alimentario suele ser introvertida, perfeccionista y tiende a aislarse de los demás a medida que su enfermedad progresa. Pero en la era de Internet se observa un nuevo fenómeno, la proliferación de páginas web y grupos pro-anorexia y pro-bulimia, fundadas por personas con uno de estos trastornos alimentarios y dirigidas a los mismos afectados. No hay que olvidar que estos grupos fomentan la perpetuación y propagación de estas enfermedades psicológicas, que afectan sobre todo a mujeres.
 
La alarma saltó en agosto de 2007, cuando un reportaje de la cadena británica BBC denunció la existencia de numerosos grupos «pro-mia» (a favor de la bulimia) y «pro-ana» (simpatizantes de la anorexia) en dos de los más populares portales de Internet, MySpace y Facebook. Estas dos webs, que tienen como finalidad estrechar las redes sociales de sus usuarios con la gente de su entorno, son extremadamente populares en los países angloparlantes, y cuentan con cada vez más adeptos en España. De los dos portales, Facebook, dirigido a un público joven (estudiantes de instituto, universitarios y jóvenes profesionales), ha incrementado de forma exponencial su popularidad en el último año y cuenta en la actualidad con más de 42 millones de usuarios activos.

Webs pro-desórdenes alimentarios

Anna Bardone-Cone, psicóloga de la Universidad de Missouri especializada en desórdenes alimentarios, publicó el mes de septiembre en el "International Journal of Eating Disorders" un artículo en el que analizaba la influencia negativa que el visitar páginas web pro-anorexia tiene en mujeres jóvenes. Bardone-Cone y sus colaboradores crearon una página web pro-anorexia prototipo, basándose en la observación de más de 300 webs de este tipo. Los investigadores reunieron a un grupo de 235 universitarias de 18 a 23 años y las dividieron en tres subgrupos: uno visitó la falsa página "pro-ana", otro una web de moda que utilizaba fotos de mujeres con un peso normal y otro una página neutra de decoración de hogares.
Tras esta exposición, Bardone-Cone sometió a las jóvenes a diversos test y comprobó que las universitarias que visitaron la web pro-anorexia mostraban una peor autoestima y percepción de su propia imagen que las chicas que fueron expuestas a las otras dos webs. "Las chicas que visitaron la web pro-anorexia se sentían peor sobre sus cuerpos y sobre sí mismas, con más tendencia a pensar sobre su peso", explica Bardone-Cone. Esta inseguridad se manifestaba a pesar de que las jóvenes tuvieran un peso adecuado a su altura o mostraran sobrepeso.
Internet permite a estos grupos manifestar que la anorexia y la bulimia no son enfermedades sino "estilos de vida"
"Además, la visita a la web pro-anorexia tuvo un impacto negativo en el estado de ánimo de las chicas", explica la investigadora. Así, las universitarias expuestas a la página que promovía la anorexia, manifestaron sentirse "disgustadas, culpables, asustadas, avergonzadas y nerviosas", entre otros adjetivos, con mucha más frecuencia que las jóvenes que visitaron las otras dos webs.

Malas influencias

Bardone-Cone, que diseñó su página web pro-anorexia antes de que se supiera de la existencia de grupos "pro-ana" en Facebook y MySpace, se manifiesta preocupada por la existencia de estas asociaciones en los populares portales. Los usuarios activos de estas webs suelen visitarlas varias veces al día. Barone-Cone teme que esta alta frecuencia de exposición haga que las chicas que participen en grupos "pro-ana" o "pro-mia" se vean más influidas por las alabanzas a la anorexia y la bulimia. "Las chicas jóvenes que están empezando a construir su identidad son mucho más vulnerables a ser influidas por lo que ven que hacen otras adolescentes a las que se quieren parecer", explica la investigadora.
Según la psicóloga, Internet permite a estos grupos, que manifiestan que la anorexia y la bulimia no son enfermedades sino "estilos de vida", presentar su mensaje de múltiples y efectivas maneras: tanto mediante la exposición de fotos de modelos delgadas en exceso a las que califican de ideal de belleza, como mediante foros en los que las usuarias discuten trucos para ayunar con éxito y esconder la enfermedad a sus familias. Además, esta interacción con otras enfermas ayuda a perpetuar entre las anoréxicas y bulímicas una mentalidad de "nosotras contra el resto del mundo", según afirma Bardone-Cone.
Interrogada sobre cómo pueden los padres evitar que sus hijas adolescentes se embarquen en estas actividades de riesgo, Bardone-Cone se muestra partidaria de mantener los ordenadores con conexión a Internet en una zona común de la casa, donde se pueda observar el tipo de páginas web que los adolescentes visitan. Y si los padres comprueban que sus hijos han visitado una página web pro trastornos alimentarios, la psicóloga recomienda hablar de manera franca y crítica del tema.

DISTINGUIR UNA WEB PRO-ANOREXIA

Pese a que algunas de las webs que fomentan los trastornos alimentarios intentan disfrazarse de «grupos de ayuda», casi todas comparten varias de las siguientes características que pueden ayudar a hacer saltar la alarma:
  • Suelen incluir un 'credo' de la anoréxica-bulímica (declaración de intenciones, tipo «creo en el autocontrol, creo en la perfección y me esfuerzo en alcanzarla»)
  • Incluyen muchas fotos de modelos y actrices prácticamente en los huesos (una de las actrices más populares en la actualidad en estos grupos es Keira Knightley, la delgadísima protagonista de "Piratas del Caribe"), a las que consideran un ideal de belleza. A menudo también incluyen fotos de gente obesa, acompañadas de comentarios peyorativos.
  • Aportan recomendaciones para adelgazar de manera extrema e intentar esconder el trastorno a la familia.
  • Incluyen enlaces a otras web "pro-ana" y "pro-mia".
  • Uno de los elementos centrales del grupo es el foro, donde las usuarias pueden pedir consejos, marcarse objetivos de adelgazamiento o incluso aliarse con otras chicas que quieren ayunar, para así poderse animar la una a la otra en sus destructivos esfuerzos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario